domingo, 7 de septiembre de 2008

OLÍMPICOS

OLÍMPICOS
En estos juegos olímpicos se pudo ver con total claridad la diferencia entre quienes, de forma personal, solo buscaban su propio record y gloria, y los que, por estar en un equipo, trabajaban todos juntos para superar los obstaculos propios del juego que sea. Visto desde el perfil de quién busca que todo esto de China sirva como algo más que entretenimiento, trato de trazar un paralelismo con la vida misma de nuestro país y con quienes en él vivimos. Ahí mismo veo entonces como una metáfora esto que sucede con el esfuerzo personal y grupal de los deportistas y esos mismos esfuerzos entre quienes gobiernan y viven por este lado del mundo.
Tenemos que para lograr un fin personal, ya sea lograr una medalla de oro o una intendencia o presidencia, hace falta tener unos cuantos años de intensa preparación física e intelectual, unos buenos entrenadores y asesores, una buena alimentación, adinerados patrocinadores y, por sobre todo, una descomunal ambición. También para lograr lo mismo en equipo hace falta todo eso, antes de que me lo digan, incluído lo de la ambición. Pero he aquí donde intento mostrar que para triunfar en equipo hace falta cambiar bastante de codicia personal por mucho de fraternidad para con los demás. Eso garantiza que si se triunfa, triunfen todos. Al revés de lo que ocurre en la vida diaria de quienes vivimos acá y de los que nos gobiernan.
Acá podríamos superarnos y sobresalir alguna vez si fortaleciéramos y cimentáramos el trabajo en equipo. Tal como en el basquet, hockey o fútbol nos haría falta a nosotros como sociedad unos cuantos cerebrales guías, varios verdaderos trabajadores y, por sobre todo ellos, claras leyes de juego y objetivos serios. Si a eso le agregaramos empuje solidario desde el primero al último... la medalla dorada a La Argentina no sería una utopía.

Tanto sirve que un nadador nuestro pueda ganar cien medallas doradas, un tenista ser número uno del mundo o que una corredora haga los cien metros en diez segundos como que nuestros gobernantes sean los mejores vestidos, salgan sus fotos todos los días en los diarios, vayan a Colombia a pedir por la vida de los rehenes de los guerrilleros o inauguren todos los días alguna cosa. El equipo en general, o sea todos nosotros, necesitamos y merecemos por nuestro esfuerzo de todos los días, mucho más.

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